lunes, 21 de julio de 2008

LA CLASIFICACIÓN EN EL "BOLSILLO" - Por Zippo


Al fin una alegría para Nacional. Luego de una semana complicadísima el tricolor logró el objetivo con el que salió a enfrentar a Danubio. Ganó 2-1, se aseguró el primer lugar de la Liguilla y, lo más importante, jugar la Copa Libertadores 2009.

Un efecto secundario de la imposición tricolor es la presión que le pone a su tradicional rival para esta tarde, cuya única opción para definir el título y su presencia en el máximo certamen continental de clubes es ganar. Y no es menor. Precisamente eso se tuvo en cuenta entre semana. Hay que darle crédito a la dirigencia, tan criticada, pues cuando se planteó cómo se iba a jugar la fecha le anunció a la Mesa Ejecutiva que no tenía problemas en jugar el sábado, pensando en ganar y tirarle toda la responsabilidad a los aurinegros. La jugada le salió bien.

Hasta ahí lo resaltable, porque a la hora de hablar de fútbol y de virtudes la cosa cambia. Nacional ganó sin merecerlo. Es más, Danubio fue el que hizo todos los méritos para llevarse los tres puntos, pero los dilapidó en el área rival.

Los jugadores de la franja volvieron al vestuario indignados con Fernando Cabrera al término de los 90 minutos. El árbitro cometió errores, pero el más favorecido fue Danubio al otorgarle un penal inexistente de Victorino a Mena que le valió el empate a 1. En todo caso, los danubianos deberían enojarse y mucho con su compañero Daley Mena, responsable directo de la derrota.

En la primera mitad, con excelentes pases profundos de Jorge García en su nueva versión de enganche, Danubio encontró la veta: corrida del colombiano y mano a mano con Burián. El delantero mostró tanto sus virtudes de velocistas como su carencia de definición. Cuatro veces a lo largo de los 90 minutos quedó de frente al arco y en todas falló con total éxito.

Los dirigidos por Martín Lasarte debieron haberse ido al descanso con una ventaja de al menos dos goles, pero no lo hicieron y lo pagaron carísimo. Nacional terminó ganándole con la chapa de cuadro grande.

Los tricolores no generaron ni una jugada de peligro en el período inicial, pero en la primera que tuvieron en el complemento anotaron. Tres minutos; Barone ganó por arriba en el punto penal y Blanco demostró la teoría de que dos cabezazos en el área es gol. Se tiró en paloma, anticipó a Conde y mandó el balón al fondo de la red.

Nacional tuvo otra actitud en el complemento y eso le bastó. Se endureció en marca y no dejó tener tanto el balón a Danubio. Sin embargo, le faltó profundidad, porque Ligüera no jugó bien y todo dependió de las corridas de Blanco, de gran segundo tiempo. Y fue el "Chapita" el que definió el partido con un derechazo cruzado a falta de cinco minutos.

Nacional ganó y se fue a dormir campeón. Los resultados de hoy lo confirmarán o no. Debía vencer y lo hizo, aunque con un costo carísimo: si hay clásico de definición no contará con Victorino.

No hay comentarios: